Saltar al contenido

EL ARTE DE QUE LO QUE PIENSEN LOS DEMÁS NO TE IMPORTE DEMASIADO

Libertad

¿Cuántas veces te preocupas o sientes malestar por lo que puedan pensar los demás de ti en algún aspecto?¿Cuántas veces haces o dejas de hacer algo por miedo a lo que puedan pensar los demás?

Te invito a reflexionar unos momentos sobre la energía malgastada en esa preocupación, las cosas que no has expresado o hecho.

La vida pasa rápido y tu tiempo y energía es la posesión más valiosa que tienes. 
Si te detienes un momento a meditar sobre estas cuestiones y escuchar tu corazón, es posible que actives tu motivación y decisión para cambiar. 
Ese cambio implica vivir sin que te condicione lo que piensen los demás.

Esto no quiere decir que vas a perder tu empatía, sensibilidad o amabilidad. 
Escucharte, tenerte en cuenta, expresar tus opiniones o ser fiel a ti misma es totalmente compatible con mantener esa esencia tuya amable y cariñosa.
Cuando eres tu misma, las relaciones interpersonales se vuelven más genuinas y placenteras para ti. Las relaciones mejoran.
Si hubiera alguien que se enfada, te “chantajea emocionalmente” o no comprende tu cambio, ceder y no ser tu,  no va a ayudarte a ti ni tampoco a la otra persona. 
Es mejor no engañarte y mantenerte en tu cambio.

Bien, ya te has decidido. Sabes que esto es bueno para ti. 

Es cierto que en el proceso pueden a aparecer algunos miedos y dificultades. 
Este cambio requiere compromiso, autoconocimiento y trabajo personal. 
Aquí nos toparemos con modelos familiares, culturales y aprendizajes emocionales adquiridos desde la infancia hasta la actualidad.

Aunque si te decides, si persistes en el cambio lo suficiente, vas a lograrlo. Pide ayuda si lo necesitas pero continúa con ello hasta que sea una realidad para ti. 
Estás viva y leyendo este artículo, eso quiere decir que has hecho cosas mucho más complicadas.

Cuando empiezas con el cambio podrían aparecer resistencias. Tu mente no está acostumbrada y trata de mantenerte en los parámetros que conoce creyendo que así te protege.
Hay tres formas habituales en que podemos observar esos frenos automáticos de nuestra mente:

Puedes empezar a actuar sin condicionarte por los demás o pensar en hacerlo y empiezas a sentir un miedo paralizante. 
Una alarma mental empieza a tirar de ti diciéndote que va a suceder un conflicto, una hecatombe, algo terrible. 
Te ves sola, marginada, ridiculizada o envuelta en una guerra peligrosísima. 
Esa parte de la mente es muy imaginativa, en unos segundos te ha montado unos guiones que ni en Hollywood.

Otro freno típico es que tú te lo has propuesto, pero no sabes muy bien como, se te olvida, pasa el día y te dices, “Ay, que no me he fijado en eso o no se si lo he hecho”.

Por último, es habitual que aparezca una batería de pensamientos tipo “bueno realmente no es para tanto, puedo dejarlo pasar….”, “en realidad estoy un poco de acuerdo…”, “hoy cedo, ya lo enfocaré diferente otro día…”.

Entiéndete, eres humana y nuestra mente genera estos procesos para mantenerse en lo que conoce. 
Cuando lo detectes, sonríe, se amable contigo y dile a esa parte de la mente que sabes lo que estás haciendo, que esto es importante y que después del cambio te vas a sentir mucho mejor.

Por último te comparto una técnica que viene de la PNL para ayudarte en el cambio. 
Hazlo como si ya lo sintieras hasta que lo sientas de verdad.
Cada mañana, durante tres meses proponte trabajar en este objetivo. Escríbelo o afirma en voz alta tres veces tu compromiso de cambio.

Después reflexiona como es tu día cuando actúas libre del miedo a lo que puedan pensar los demás. 
Como te comportas, qué dices, qué haces….
Identifícalo con claridad.

Ahora cada día escoge un aspecto de ese diseño mental que has realizado y actúa como si ya te sintieras libre y segura. 
Aunque te tiemblen las piernas, te palpite el corazón, una parte de tu mente te diga “no hagas eso, que va a pasar no se que desgracia…”, aunque te tiemble la voz, hazlo igualmente, hazlo una y otra vez.

De esta forma estás impactando en tu poderosa mente subconsciente, esa que alberga toda la información del pasado que te estaba condicionando. Al cambiar tu acción, una y otra vez, vas generando cambios en tu programación subconsciente. 
Con práctica y constancia, cada vez te resulta un poco más fácil hasta que eso se convierte en tu nuevo hábito, en tu nueva realidad.

Como herramienta de rescate, para los momentos de mayor miedo, genera una figura mental auxiliar, por ejemplo, tu coach, entrenadora o maestra interior. 
Ponle un nombre y cuando estás tranquila genera un lista de mensajes que esa parte de ti puede enviarte en el momento delicado del cambio. 
Cuando estés en ese momento difícil, trae a esa parte de ti a tu mente, “invócala” y recuerda sus mensajes. 
Ten presente todo lo que vas a ganar con este cambio y lo que pierdes repitiendo la antigua acción basada en el miedo. Y actúa, pasa a la acción.

Espero que disfrutes de este viaje de vuelta a tu esencia y libertad personal.

EL ARTE DE QUE LO QUE PIENSEN LOS DEMÁS NO TE IMPORTE DEMASIADO